RPA, acrónimo de Robotic Process Automation, es una tecnología relativamente reciente que ha despertado mucho interés en los círculos empresariales. La idea de que una pieza de software tenga la capacidad de realizar actividades repetitivas en operaciones realizadas en estaciones de trabajo, de forma automática, sin ninguna o muy poca intervención humana, es realmente muy atractiva.
Sin embargo, algunos aspectos dejan muchas dudas entre técnicos y directivos, principalmente por el propio nombre. En general, esta clase de sistemas es muy eficiente para automatizar actividades, como completar un formulario de recopilación o enviar información financiera mal estructurada a un ERP. Sin embargo, en los flujos de información, o procesos de negocio, se necesita cierta orquestación, tanto humana como automatizada, y en este caso, contamos con productos más específicos para este fin, como los BPMS (Business Process Management Systems). Otro aspecto importante es cómo evaluar el producto ideal para las necesidades de una empresa, ya que la gama de características (y precios) varía mucho entre productos.
No bastaba con tener que acertar con la especificación y, por tanto, por los costes que conlleva, uno de los problemas en la adquisición de esta clase de productos es su aplicabilidad y eficacia. La pregunta que no puede permanecer en silencio es: ¿realmente necesito esto? ¿O es adecuado el costo-beneficio? Y lo peor de ellos: ¿no estaré automatizando una enorme ineficiencia?
El principal escollo es exactamente este: automatizar algo que ni siquiera debería hacerse. En otras palabras, ¿hay un valor agregado en una actividad tal que simplemente no debería existir? Y no, no es solo una inferencia, sino un cúmulo de experiencias que muestran la enorme cantidad de actividades que realizan las empresas que no aportan valor al negocio hasta el punto de que simplemente deberían ser eliminadas.
Los mismos riesgos existen en cualquier automatización, por supuesto, pero en herramientas donde la solución de automatización es muy rápida de implementar, en el caso de RPA, en general, apenas hay tiempo para una reflexión más adecuada sobre sumar valores y comienza la ineficiencia. para correr muy rápido.
Vector cuenta con una metodología adecuada para diagnosticar con precisión el valor agregado de las actividades, evaluar la disposición de las actividades o su automatización, ya sea de forma convencional, como agregada al ERP o más moderna con el uso de BPMS o RPA, así como, qué producto es el más adecuado para las necesidades específicas de las empresas.